En un proceso de divorcio en el que hay hijos a cargo, hay que establecer una custodia de los mismos, que según lo que decida el juez será compartida o no, dependiendo del interés del menor. Analizamos el papel del detective privado en la custodia de menores.
La custodia de un menor deberá establecerse siempre mirando el bien del menor.
Se entiende por custodia el conjunto de derechos y obligaciones que nacen para el progenitor de su convivencia con los hijos menores, sin que ello implique para tal progenitor un estatus jurídico privilegiado frente al otro.
No procederá la guarda conjunta cuando cualquiera de los cónyuges esté inmerso en un proceso penal iniciado por atentar contra la vida, la integridad física, la libertad, la integridad moral o la libertad e indemnidad sexual del otro cónyuge o de los hijos que convivan con ambos o bien, cuando el juez advierta la existencia de indicios fundados de violencia doméstica. Además, el juez podrá pedir la opinión de especialistas cualificados relativo al régimen de custodia más beneficioso para el menor y a la idoneidad de los padres para ejercer la patria potestad. Este informe se puede solicitar por las partes, el Ministerio Fiscal o acordarse de oficio.
El detective privado aportará las pruebas recabadas durante la investigación.
En este caso el detective privado realiza un informe a partir del seguimiento e investigación del progenitor en cuestión, probando así las conductas del mismo que pueden ser perjudiciales para el menor como no cumplir con las responsabilidades y deberes en relación con los hijos. Si el menor es mayor de 12 años se oirá en juicio para que exprese su opinión. Si el menor durante el tiempo que pasa con dicho progenitor puede estar en peligro, o hay conductas perjudiciales del progenitor como consumo de drogas, indicios de maltrato, abandono o no tiene una situación económica que pueda satisfacer las necesidades del menor, la nueva pareja del progenitor con la que convive no tiene buena relación con el mismo, entre otras situaciones, son causas suficientes para probar que no puede hacerse cargo del menor.
El interés y el bien de los menores debe ser el objetivo primordial en la custodia de los mismos.
El papel del detective privado en estos casos es fundamental, puesto que la ausencia de pruebas para demostrar los perjuicios al menor, es en numerosas ocasiones motivo de archivo de la causa que no haya suficiente delito para dictar una sentencia favorable al menor.
Si se encuentra en esta situación y necesita pruebas que puedan ayudarle en un proceso de custodia de menores consulte a un detective privado. Se realizará un seguimiento e investigación privada adecuada al caso, aportando posteriormente el informe que podrá adjuntar como prueba en dicho proceso. El detective privado lo ratificará en juicio.